Sobre Timothy Garton Ash

Imagen: Torre de Babel de Pieter Bruegel

El historiador de la «historia del presente» Timothy Garton Ash ha publicado en el New York Review of Books un interesante ensayo sobre la libertad y la diversidad en las sociedades actuales. En polémica con el multiculturalismo Garton Ash argumenta en clave liberal un pentagrama de virtudes para la libertad en la diversidad: inclusión, claridad, consistencia, firmeza y liberalidad. Garton Ash escribe desde las esferas de la teoría política y la historia del presente. (Una lectura encontrada en el blog de Jesus Silva-Herzog Márquez).

Eric Hobsbawm, 1917-2012

Fotografía: Eric Hobsbawm

Noé Hernández Cortez*

Ha muerto el gran historiador marxista Eric Hobsbawm. Recuerdo mi primer encuentro con la obra de Eric Hobsbawm en un curso que impartí años atrás a estudiantes de preparatoria abierta titulado Historia Moderna de Occidente. Este curso diseñado por el Tecnológico de Monterrey ponía a disposición de los estudiantes una visión histórica inspirada en la obra The Age of Revolution 1789-1848de Eric Hobsbawm. Las clases matutinas eran un alegre encuentro en el salón de clase discutiendo a un autor marxista lejano por la geografía, pero cercano en los tiempos que se vivían, pues a principios de la década de los noventa, éramos testigos del derrumbe del bloque comunista de la URSS y de la Europa del Este, así como el surgimiento de los nacionalismos en Europa. En México, teníamos la organización de una izquierda partidista que cuestionaba duramente el poder hegemónico del PRI.

En The Age of Revolution 1789-1848 Eric Hobsbawm traza con la belleza de su prosa las dos grandes revoluciones de Europa: la Revolución Francesa de 1789 y la Revolución Industrial. El propio historiador marxista nos advierte en el prefacio de esta obra que estudia las “transformaciones” históricas de Europa en el período de 1789-1848. Después de la caída del Muro de Berlín, Hobsbawm seguía creyendo que el marxismo era un método crítico para entender la realidad social, pero no a partir de vagas “teorías marxistas” –que padecí cuando estudié historia-, como se ejerció en gran parte de América Latina, sino más bien a través de la investigación histórica, esto es, del conocimiento empírico. En México, la revista Letras Libres le dedicó páginas a su obra, pienso en el ensayo del historiador liberal Enrique Krauze titulado Un marxista legendario, Krauze nos dice de Hobsbawm: “Hobsbawm, en suma, no se hizo marxista por una moda pasajera, un contagio generacional o una mera conveniencia académica. El marxismo para él fue –sigue siendo– su verdad revelada y su tierra prometida.” El propio Eric Hobsbawm escribió en Letras Libres, aquí destaco su ensayo Después del siglo XX: un mundo en transición, unas líneas que se aproximan a las ideas de otro gran pensador, me refiero al economista y sociólogo Kenneth Boulding**, nos dice Hobsbawm:

“La primera concierne a la explotación de recursos cuyo abastecimiento es naturalmente limitado. Esto incluye no sólo las fuentes de energía fósil de las cuales la industria ha dependido desde el siglo XIX –carbón, petróleo, gas– sino de los más antiguos fundadores de nuestra civilización, a saber: agricultura, pesca y bosques. Estas limitaciones naturales o son absolutas dada la magnitud de las reservas geológicas y de tierras cultivables, o relativas cuando la demanda excede la capacidad de estos recursos para su propia renovación, como la excesiva explotación pesquera y de bosques. Cerca del final del siglo XX el mundo no se había aproximado aún al límite absoluto de las fuentes de energía, ni a un incremento sustancial en la productividad agrícola y las extensiones cultivables, aunque el ritmo de incorporación de nuevas tierras aflojó durante la segunda mitad del siglo. Los rendimientos por hectárea de trigo, arroz y maíz subieron a más del doble entre 1960 y 1990. Sin embargo, los bosques fueron seriamente amenazados” (Letras Libres, julio 2008).

Al igual que Kenneth Boulding, Eric Hobsbawm nos habla de los excesos del mundo capitalista, si bien ya no son sólo las pugnas ideológico-políticas los grandes temas de nuestro tiempo, ahora también incluye el tema de la explotación de los recursos naturales y el deterioro del medio ambiente, la singularidad sobre estos temas radica en la mirada de la historia a través de la lente marxista de Eric Hobsbawm.

 

Ciudad de México, a 1 de octubre de 2012.

DOCUMENTO DEL POST: Eric Hobsbawm, 1917-2012.

*Noé Hernández Cortez es Doctor de Investigación en Ciencias Sociales con especialidad en Ciencia Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO, Sede México. E-mail: noe.hernandez@flacso.edu.mx; noe.hernandezcortez@gmail.com

** Me he acercado a la obra del economista, sociólogo, filósofo y poeta Kenneth Boulding gracias a un amigo ecuatoriano, quien me ha recordado el olvido en que se tiene a este heterodoxo pensador en el estudio de la Economía.

El soberano y su reino de François-Xavier Guerra

Fotografía: François-Xavier Guerra

Claude Lefort escribiría que el poder del soberano se traduce al poder de los ciudadanos, entendida esta última noción como la dignidad de las personas, es decir, la encarnación de los derechos humanos en los ciudadanos en  democracia. Una rica tradición historiográfica francesa ha explorado los componentes culturales de la modernidad, entre ellos, el ciudadano y la nación, como nos narra el historiador François-Xavier Guerra en su penetrante ensayo El soberano y su reino. Reflexiones sobre la génesis del ciudadano en América Latina. El historiador francés, estudioso de la Revolución Mexicana y el antiguo régimen, escribe en este ensayo las siguientes líneas: «Del ciudadano podríamos decir lo que Tertuliano decía del cristiano: no nace, se hace. Ser y sentirse ciudadano no es algo ‘natural’, sino el resultado de un proceso cultural en la historia personal de cada uno y en la colectiva de una sociedad.» Al igual que Tocqueville, para François-Xavier Guerra, las nociones políticas modernas son construcciones culturales reposadas en la historia, nociones mentales construidas en la larga duración  del tiempo de la historia como le gustaba decir a Braudel.

Jorge I. Domínguez, ejercicio de memoria

Hace exactamente una década, en febrero de 2002, el profesor de Harvard Jorge I. Domínguez realizaba un ejercicio de memoria, por vía negativa,  sobre los rasgos históricos de la democracia en América Latina. Fue en la revista Letras Libres en donde Domínguez  publicó su ensayo Cinco falacias sobre la democracia en América Latina, a saber:

  1. La economía de mercado (el neoliberalismo económico) es enemiga de la democracia.
  2. La democracia en América Latina requiere de un presidente fuerte y enérgico para lograr un ritmo aceptable de crecimiento económico.
  3. Los empresarios son enemigos de la democracia.
  4. La izquierda es enemiga de la democracia, y los sindicatos también lo son.
  5. Las democracias latinoamericanas son frágiles.

Al final del ensayo Jorge I. Domínguez  nos recordaba:

«[…] pero la democracia latinoamericana no es frágil, siempre y cuando no la convirtamos en tal (por ejemplo, con la fracasomanía). Recordemos los enormes aportes que ya ha realizado a favor de nuestras libertades públicas, y los pasos de avance económico que indiscutiblemente sí se dieron en años anteriores. Evitemos, pues, los errores conceptuales que han provocado esta reflexión. La democracia latinoamericana es fruto sorprendente de un pasado complejo y a veces tenebroso, pero sigue siendo un fruto resplandeciente y atractivo, y el sustento de un futuro mejor» (Domínguez, Letras Libres, 2002).

Estas últimas líneas que cierran el ensayo de Domínguez son por supuesto vigentes, más aún si recordamos la fiesta democrática del día de ayer en Venezuela, país que padece uno de los regímenes ideológicos más autoritarios en nuestros días.

 

Ciudad de México, a 13 de febrero de 2012.

 

POST EN DOCUMENTO: Jorge I. Domínguez, ejercicio de memoria.

La historia de la ciencia política de Robert Adcock y Mark Bevir

Una de las mejores maneras de aproximarse a una disciplina es conocer su tradición intelectual. Esto sucede con la ciencia política, pues conocer su historia intelectual permite comprender las claves teóricas con que lleva a cabo sus estudios sobre la política y las instituciones. Pienso principalmente en la tradición de la ciencia política americana anclada en los modelos formales que se hace inaccesible por su alto grado de especialización. Recuerdo en una ocasión que en una conferencia sobre el tema de las elecciones en el departamento de ciencia política se discutió más sobre cuestiones de técnicas estadísticas, que propiamente el tema electoral como punto de reflexión de la política.

 

Uno de los trabajos más claros y brillantes sobre la historia de la ciencia política en las dos tradiciones más representativas, la americana y la inglesa, es el de los profesores Robert Adcock de la Universidad de Stanford y de Mark Bevir de la Universidad de California, Berkeley. En The History of Political Science  Adcock y Bevir trazan las tradiciones intelectuales que han cobijado a la ciencia política, la americana cuyo énfasis radica en establecer teorías formales para explicar la política y la inglesa que mira hacia la explicación histórica. No obstante, la actual ciencia política americana empieza a explicar los cambios en las instituciones políticas a través de los procesos históricos, es decir, lo contigente, lo azaroso y contextual nuevamente juegan un papel importante después del «boom» de la ciencia política apoyada en modelos deductivos cartesianos.

 

Ciudad de México, a 9 de febrero de 2012.

POST EN DOCUMENTO: La historia de la ciencia política de Robert Adcock y Mark Bevir

Personas e ideas de Enrique Krauze

Uno de los libros fundamentales de la tradición liberal en México es el libro Personas e ideas del historiador Enrique Krauze. Tengo en mis manos la ya vieja edición de Vuelta de 1989 -en la bella colección La reflexión- en cuya solapa viene anunciado por el pensador liberal y crítico literario José Guilherme Merquior, el banquete de personas e ideas que nos depara el libro. Diría que es un libro esencial para conocer las ideas desde distintos ángulos de reflexión del quehacer intelectual. En amena charla el libro recorre las ideas de Irving Howe,  Isaiah Berlin, Joseph Maier, Leszek Kolakowski, Hugh Thomas, Emmanuel Le Roy Ladurie, Charles Hale y Octavio Paz.

En el diálogo entre Krauze y Octavio Paz titulado Caminos andados y desandados hay un bello pasaje sobre la conexión entre historia y poesía, el poeta mexicano nos dice:

 

La relación entre poesía e historia: sí son dos cosas distintas, pero hay un momento en que se cruzan. Un gran historiador dijo que los historiadores son profetas del pasado. Yo cambiaría un poco la frase: los historiadores son los poetas del pasado. Sin visión poética no hay visión histórica. Y esto se ve en todos los grandes historiadores, lo mismo en los griegos y latinos que en Vico y en Michelet. También Marx ve la historia con ojos de poeta y no solamente de economista o de historiador. En cuanto a mí: yo no soy historiador pero sí un hombre que vive profundamente la historia… (Octavio Paz en Krauze, 1989: 194).

 

Enrique Krauze quien ha sido atento lector de la biografía y la historia de las ideas inglesas cree, al igual que Keynes, en el poder de las ideas.

 

Referencias

Krauze, Enrique, 1989, Personas e Ideas, México: Vuelta.

 

Ciudad de México, a 09 de febrero de 2012.

 

EN DOCUMENTO: Personas e Ideas de Enrique Krauze.

La contingencia en la historia

Fotografía: Heródoto, el padre de la historia

Uno de los argumentos principales de la Ciencia Política es la pretensión de predecir los eventos del futuro a partir de modelos. En su trabajo History and contingency in Political Science Sven Steinmo nos recuerda que la caída del Muro de Berlín, los actos terroristas del 9/11 y la crisis financiera global del 2008 fueron eventos que no estaban en las predicciones de los modelos de los estudios empíricos de la Ciencia Política. El politólogo argentino Ernesto Laclau en su teoría política incorpora la contingencia, lo no necesario en la historia, con ello Laclau y Steinmo recuperan la sabiduría de los clásicos griegos, pienso principalmente en la fortuna en el pensamiento del padre de la historia Heródoto.

Hora cumplida (1929-1985) de Octavio Paz

Noé Hernández Cortez.

noe.hernandezcortez@gmail.com

En 1985 Octavio Paz publica un ensayo polémico Hora cumplida (1929-1985). Ha pasado un poco más de un cuarto de siglo en que apareció publicado en la revista literaria Vuelta. En este ensayo sus reflexiones políticas sobre el partido hegemónico, que era en ese momento el PRI, es iluminada por pasajes históricos del mundo clásico y mexicano. El ensayo inicia con un argumento histórico contundente: el PRI no cumplió el espíritu democrático de la Revolución Mexicana, Paz inicia así su ensayo:

 

El régimen actual nació en 1929. El programa original de la Revolución Mexicana fue esencialmente político: se proponía transformar a nuestro país en una auténtica democracia. El movimiento revolucionario triunfó pero la democracia se quedó en aspiración. (Paz, 1985:7).

 

Hace poco Yvon Grenier, autor que le ha dedicado páginas luminosas a la obra de Paz, nos ha recordado en su ensayo Lecciones para el moderno autócrata. Adiós al PRI las siguientes líneas del poeta mexicano: “Para hacer el elogio del PRI habría que pedirle prestadas a Karl Marx algunas de las expresiones con que hizo elogio de la burguesía” (Paz en Grenier, 2011). En nuestros días las prácticas autoritarias y clientelares aún persisten en la cabeza del Ogro Filantrópico: la clase política del PRI.

En su lectura analógica de la historia Paz traza un parentesco entre los clérigos del mundo novohispano y los intelectuales que reciben las prebendas del Ogro Filantrópico, es decir, entre las cómodas posiciones de los académicos en las burocracias estatales y las órdenes religiosas protegidas por la Corona Española en los siglos XVI, XVII y XVIII. Paz escribe sobre estas milicias del PRI:

 

[…] Por último, debo mencionar a los intelectuales. Su situación no es muy distinta a la de los clérigos de la época virreinal, especialmente a la de los miembros de las órdenes religiosas. Los intelectuales son parte del sistema como sus predecesores de los siglos XVI, XVII y XVIII; también como ellos, a veces son críticos y aun revoltosos. En ciertos momentos, algunos han sido conciencia del régimen. Pero en general, por desgracia, su crítica siempre ha sido ideológica. Enamorados de las abstracciones, desdeñan a la realidad.” (Paz, 1985:8)

 

Nuestros actuales opinadores y politólogos, enamorados sólo de las encuestas y estadísticas, han olvidado el arte de la reflexión política a partir de la historia, no es casual que en los programas de opinión política el comentario trivial sea el leit motiv  de la “polémica”. Hora cumplida (1929-1985) de Paz es el paisaje de la historia política del poder monopólico del PRI leída en claves –para evocar un término en desuso- de la historia universal.

  

Ciudad de México, a 14 de diciembre de 2011.

 

Referencias

Paz, Octavio, 1985, Hora cumplida (1929-1985), en Vuelta, núm. 103, pp. 7-12.

Grenier, Yvon, 2011, Adiós al PRI, Literal. Latin America Voices, núm. 26, pp. 14-16.

POST EN DOCUMENTO: Hora cumplida (1929-1985) de Octavio Paz.

William H. Riker: eventos e historia

Noé Hernández Cortez

noe.hernandezcortez@gmail.com

 

El profesor William H. Riker es una de las personalidades intelectuales más atractivas en el mundo de la Ciencia Política. Sus investigaciones fundamentaron dos campos de investigación fructíferos en la intersección entre economía y ciencia política, me refiero a la Teoría de la Elección Pública y la Teoría Política Positiva. En sus trabajos iniciales de carácter metodológico se observa la influencia de la filosofía analítica de Bertrand Russell. Desafortunadamente los estudiosos de su obra como son Maske y Durden (2003), McLean (2002); Bueno de Mesquita y Shepsle (2001) y Amadeo y Bueno de Mesquita (1999), han descuidado esta influencia significativa, de lo que será el modelo de pensamiento en Riker para verificar las proposiciones en las pruebas empíricas del comportamiento de los actores políticos. No hay que pasar por alto que Riker, al igual que Spinoza con la conducta moral del hombre, aspiraba a una Ciencia Política capaz de analizar científicamente la conducta y los procesos políticos.

 

Similar a los historiadores clásicos como Tucídides y Plutarco, Riker le daba suma importancia a los actores estratégicos que construyen la historia, que cambian el derrotero de la misma, que en su área de estudio se traducía en los juegos estratégicos de manipulación y persuasión retórica entre los legisladores del Congreso de los Estados Unidos. Riker pensaba que los eventos singulares de la historia legislativa de los Estados Unidos podían aportar lecciones importantes a la actualidad política de su país, concepción similar a la del historiador Tucídides quien concebía a la historia como un “laboratorio” de lecciones del pasado para el futuro.

 

Ciudad de México, a 25 de noviembre de 2011.

 

 POST EN DOCUMENTO:William H. Riker, eventos e historia.